miércoles, 28 de mayo de 2008

Soy mi propio rehén, de María Elisa GALLO


Soy mi
Propio rehén
*
en la madrugada
exhausta,
*
camino un sembradío
de cerezas negras
*
en punta de pie.
*
Escalo el muro
de mi escritura,
con pétalos de
agua inmóvil
*
- vocal en la piedra –
*

Soy el margen
***
De: Gallo, María Elisa, Teclas Negras, prefacio de Carlos Alvarado, ilustraciones de María Silvia Argañarás, Lucio Piérola Ediciones, Yerba Buena, Tucumán, 2008.

miércoles, 21 de mayo de 2008

Si deseas cantar..., de Juan Eduardo Piatelli

Si deseas cantar, no dudes, canta,
y no te importe el vulgo que sonría,
si es la pena que oprime tu garganta
llora tranquilo con la cara al día.
*
Deja a la muchedumbre que no espanta
con su palabra vana y su porfía,
llora que así la pena ya no es tanta,
ríe que así es más dulce la alegría.
*
No ocultes el sentimiento puro,
si una injusticia te rebela, grita,
que nada nace en el silencio oscuro.
*
Y ponte a la cabeza del destino,
mira tu corazón que palpita
y verás qué distinto es el camino.
***

De: Piatelli, Juan Eduardo, Tucumán, poemario.
Extraído de: Bravo Figueroa, Gustavo A., Poesía de Tucumán, siglo XX, Tucumán, Ediciones Atenas, 1965.

martes, 20 de mayo de 2008

Loros, de Fausto Burgos

Pico i'loro, acuarela de Carlos Alvarado

Loros
*
Bandadas de loros,
en el naranjal.
Uno parla aquí,
otro grita allá.
*
De su jerigonza,
propia de un rapaz,
ni un solo vocablo
yo pude alcanzar...
*
En la carne rubia
del fruto en sazón,
hunden el picacho
negro, cortador.
*
Sin que nadie sienta,
llega el cazador,
no le tiembla el pulso,
mira como azor.
*
Tras del fogonazo
del tiro fatal,
los loros heridos
rompen a gritar...
*
Y los sanos, locos,
se vienen y van...
¿Qué dicen los loros,
en el naranjal?...
***
De: Burgos, Fausto, Huankaras, Buenos Aires, Editorial Tor, 1928.

lunes, 19 de mayo de 2008

Escribiendo el sueño, de Facundo Lizondo

Busco las palabras en el tiempo
Una arritmia salvaje que acompañe este anhelo
Un hielo que se derrita y un metal que se corroa;
La arena vuela en este espacio ilógico.
*
Dueño de dos sombras que reviven a Caín y Abel.
Dueño de dos alas que me impiden caer.
Sigo buscando, porque el sueño es interminable.
Sigo soñando porque el anhelo se torna indomable.
*
Azul, azul, esta mano temblorosa torna todo tan azul.
El azul de un lago, que es el espejo de un cielo
El azul del mar, de este ilusorio sueño al azar.
El azul del mundo, de este azul tan profundo.
*
Las ciénagas duermen en mi alma
Reposan en lo oscuro de mi ser, en mi lúgubre amanecer.
Escribo este sueño, para soñar.
Para ahogar, estas ganas de llorar.
*
Y escribo con sangre, porque es la tinta eterna de la vida
Porque escribo para no olvidar, para recordar, para silenciar.
Estrangulando los sonidos de los árboles y el canto de los ángeles.
Porque escribo con sangre para no olvidar.
Porque sueño para amar.
***
Poema inédito de Juan Facundo LIZONDO, en especial para este blog. Joven poeta (20) de San Miguel de Tucumán.

Callo, de Facundo Lizondo

Testigo de miradas rotas
De carne embriagada.
De caricias a las ilusiones
De tu sonrisa infinita...
*
Donde creo que está bien
y callo... y callo...
Mientras me consumo en este incendio
Que apago con la sangre de mis ojos.
*
Arrancando pedazos de sol
Cercenando el tiempo.
Y es que fuiste, el único alivio
Para el alma que maltraté.
*
Y callo... y callo, porque ya te siento en mí.
***
Poema inédito de Juan Facundo LIZONDO, en especial para este blog. Joven poeta (20) de San Miguel de Tucumán.

viernes, 9 de mayo de 2008

Ojos de la Poesía, de Leda Valladares

No he dicho aun por qué nace tu mirada
en qué se nutre para derramar lo extraño
para encender el secreto del mundo.
*
Ah, tus ojos
espacios de la soledad.
De alma, tenebrosos
y translúcidos en el desasosiego.
*
Están amenazando al universo
y son solos.
*
Reconcentran pasión
como en venganzas
y se oye algo que sube y ordena
algo que ejecuta tinieblas
y mortificaciones.
*
Son de lo recóndito y desmedido.
*
Por estremecerse en soberbias
se apartan lejanos
como si desearan crepúsculos
absortos labios y desdenes.
*
No he dicho aun por qué existen tan míos
tan rotundos en su angustia.
No he dicho aun si se llaman llanto o abismo.
***

Del libro: Valladares, Leda, Se llaman llanto o abismo

Mejor blog de Poesía 2008

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Premio 34ª Feria del Libro, 2008

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