miércoles, 7 de octubre de 2009

Cantora de Mi Ciudad, de Enrique Ponce Boscarino

El viento trajo un rumor besando el cañaveral,
la voz se agigantó y poco a poco se difundió.
la luna estaba plena esa noche en el Tucumán
esperaba el momento …y pronto la acompañó

Sonaron las cinco y el transito comenzó,
la voz acarició la selva,
envolvió montes y cerros… hecha canción,
se agigantó haciendo eco en el apero de un caballo,
el naranjo en flor o en aquel gran sauce llorón.

Gracias a la vida, que nos dio…
la posibilidad de amarla tanto.

La voz no era de llanto
tenía fuerza y dimensión
Salieron a saludarla pájaros, grillos
y cielos… sin nubarrón.

La luna te fue llevando,
invitándote a conocer…
ese tiempo de eternidades,
al que hoy perteneces.

Suena a lo lejos el bombo, el bandoneón o un violín…
recordando tu figura de niña
y tu zamba pa' no morir.

Y una vez
Y otra vez…bailaste el poema y cantaste al socavón,
fuiste maestra, minera, obrera de surco, fábrica y… que se yo…
tu voz nos interpretaba, desde el fondo del corazón.

Recorriste nuevamente
la cintura ancestral y cósmica del sur,
envolviéndola con tu son,
invitándola a encontrar por siempre liberación.

….tu poncho era de luna
y te esparciste a voluntad,
por los senderos del Inca,
buscando paz y libertad.

Habían sonado las cinco,
Te elevaste…como un rumor,
para ir al encuentro del sol,
hecha simple canción…

Gracias a la vida…
que nos dio tu fuerza y tu canto,
aunque en este momento solo nos una el llanto…

Cuando pases por Tucumán,
cantale una bagualita,
para aquella niña bonita,
changuita de mi ciudad,
Y mira la luna buena
para escucharla una vez más,
Ella esta presente
por siempre,
por siempre en la eternidad.
A Mercedes Sosa
Todos los derechos reservados. ©Enrique Ponce Boscarino, Bs. As. 2009-10-05

Mejor blog de Poesía 2008

Mejor blog de Poesía 2008
Premio 34ª Feria del Libro, 2008

Nuestros Lectores