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Cuando la brisa canta
los pájaros atardecen
bajo la piel del otoño,
las corolas se estremecen
amarradas al fulgor
de la noche
entre corpúsculos etéreos.
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Extraído de: Escritores de Tucumán Siglo XXI, Yerba Buena, Tucumán, Lucio Piérola Ediciones, 2008, p. 115.