
* La música colma el silencio como la luz el paisaje.
* La música trabaja directamente sobre nuestros sentimientos, como el pintor sobre la tela.
* Los sentimientos se abrevan de intimidad silenciosa. Sólo la música les presta oído y concede voz.
* La música tiene su propia aurora, su mediodía triunfal, su anochecer.
* Toda música es fuga.
* ¡Delicia de no vivir por un buen rato sino suspendido del hilo sonoro de la música!
* El murmullo del agua no es música, es murmullo del agua; el canto del ruiseñor no es música, es canto del ruiseñor; la poesía no es música, es poesía simplemente. La música comienza cuando todas esas voces callan.
* Cuando cesa la música, cuando ha dejado ya de sonar, el silencio subsiguiente vibra todavía unos instantes.
Extraído de: Máximo Etchecopar, "La Flauta mágica", Breve y Varia Lección, Buenos Aires, Editorial Norte, 1957, p. 45-48.