En
esta misma casa
De
cuya navegación me ufano
En el
secreto movimiento
De
mis células más íntimas
En
esta misma casa
Estática
Que
construí con la pasión
De
quien va a montar su primera obra
El
techo de los pobres
El
techo de los ricos
El de
quien al fin agacha la cabeza
Y
entra en el mundo
En
esta misma casa inserta en una selva
Antes
sólo Sirio brillando algunas noches
Y en
la que florecen los acantos al llegar octubre
En
esta misma casa
Y
entre sencillos actos repetidos día a día
Como
enderezar los cuadros de un costado
O
bien del otro
Los
primeros Diciervo que colgara entonces
Cuando
con ojos de navegante
Miraba
en lo alto
En
las hojas de las palmeras
El
leve balanceo de las paredes sin techumbre
Y me
preguntaba cómo sellar
Ese
último reducto de libertad
Que
haría de mi casa un templo
En
esta misma casa
Que
apenas si ha cambiado su apariencia
Es
verdad que los hexágonos del piso
Me
traen ahora a la memoria
El
cielo que las aguas del Mediterráneo bañan
Las
playas de Tipazá
Es
verdad que el adorable pájaro ptiza
Aletea
de cuando en cuando entre estas paredes
blancas
Siempre
blancas
En
esta misma casa
Desde
la que me gusta contemplar a las tortugas
Devorando
los capullos recién caídos de la rosa china
O el
feroz combate de las grandes hormigas que luego
Por
la noche
Roerán
de a poco la pinotea del cielorraso
En
esta misma casa a cuyas puertas y ventanas
Los benteveos
acuden en noviembre
A
depositar su ofrenda de moras maduras
En
esta misma casa me pregunto
En
qué puerto estoy
¿Es
posible que este pequeño barco con su tierra a cuestas
De
lapachos y palmeras
Teros
guardianes
Y la
mirada entrañable de algunos perros
Haya
navegado tanto que pueda yo decir
Un
hijo tengo y no tengo un hijo?
Jugando
con los hilos de la luz
Hacer
la propia casa y navegar hacia lo alto
Y el
corazón que arde
Girando
Girando
Girando
¿Cómo
decir esta misma casa y el poema
Sólo
buscan la piqueta o el silencio evanescente?
¿Cómo
hacer del propio barco la navegación
sin
perder el rumbo?
¿Del
rumbo hacia lo alto el propio barco?
Publicado en el libro: La Echazón y en revista A Turucuto, N°1.