domingo, 27 de febrero de 2011

Desde el fondo a la luz y las sustancias, de Gabriel REVOLLO


Desde el fondo a la luz y las sustancias
es que yo te quiero, paulatina,
tú que eres fuerte cómo la castigada América,
fría, dura, alta cómo la tierra de La Paz,
pequeña, húmeda en los jugos del verano.
El color cetrino de tu cabello fue exprimido
de la sangre del carbón que trabaja el hombre
y el rosa de tus uñas es nutrido cereal,
cáscara de diminuto corazón y tacto.
Tú no eras delfín varado o yo náufrago
o capitán amante de las galletas marineras,
pero te encontré en un mar de palomas
y, de todas, te escogí a ti, sirena de arrecife,
ola, espuma, ala última, hija del rocío
sumergida en atmósferas de perfume
como un barco dormido en el fondo del corazón.

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Poema inédito en especial para este blog. Derechos reservados, © Carlos Gabriel Revollo, 2011.
BREVE NOTA SOBRE EL AUTOR:
Carlos Gabriel Revollo, tiene 17 años, de San Pablo, Tucumán. Recientemente a terminado sus estudios secundarios y se prepara para comenzar estudios de filosofía. Gabriel escribe poesía desde los 11 años, bajo el impacto que le provocara la lectura de Quevedo. Actualmente, el joven autor nutre su pensamiento lírico con la lectura de poetas como: Juan Gelman, Alejandra Pizarnik, Nicanor Parra, Juan Cristóbal, Vicente Huidobro y Adonis. Declara que su poesía favorita es la expresionista o surrealista francesa; aunque ha entablado un íntimo diálogo con la poesía árabe y africana. S0rprende su relación con el idioma, por momentos idílica, por momentos controvertida. Sus jovenes años, hacen aun más llamativas la violencia de sus imágenes y el poder de su verba. Las gemas apenas extraídas de la cantera, ya brillan con el impacto del fuego que les diera origen. La paciente labor del experto, les dará luego refinada talla y resplandor. Gabriel ya se muestra como un gran poeta, el tiempo y la consagración intensa a su trabajo demostrarán que no ha equivocado su camino. Bs. As, Feb. 2011, Carlos Alvarado-Larroucau

Perdona que deje flores de Gabriel REVOLLO

Perdona que deje flores para vos
en todas las ventanas del mundo
y el sueño,
menos en la tuya:
porque allí sucede
la siempre primavera ardiendo
como una estrella verde
donde minúsculos hombrecillos
empujan la sabia agraz
hacia el perenne recodo de los aromas
increíbles que giran
como pétalos de una rosa desarmada
en un torbellino de vino azul.
Es tu ventana envidia
de ecologistas y herboristas.
No podría la fertilidad de la tierra
tan siquiera
abarcarla.
Porque es allí donde tú:
sombría, selvática, hermosa
ves por primera vez el día
y lo enciendes
con tus ojos ferruginosos.
***

Poema inédito en especial para este blog, todos los derechos reservados por su autor; © Carlos Gabriel Revollo, 2011.

Dádivas a padre, de Gabriel REVOLLO

Hacia vos, el desnudo sentido,
la voz demasiado oscura, el higo
último de mi génesis,
la rama oculta tras la niebla,
lo que cae del sueño de los ahorcados.


El gorrión de la casa de la edad,
el antojo de los mercaderes.
Las hojas débiles del gris:
esa materia que nos muere,
ése amor callado, inequívoco.


Yo tengo tus ojos,
éste perro demasiado gritado.


Señor, es la estirpe en el miedo de tu serpiente.
No te buscaré en espejos.


Y la sangre, el golpe seco
de tus piedras en el muro de los vientos.


Señor, subí solo la escalera,
me até los cordones,
soy tu niño bueno,
el escupido mocoso que te vio llorar,
por favor, decíme que estás orgulloso,
que lo hice bien
aunque esté sangrando,
arrancándome los cabellos,
y mis ojos lloren lentas lágrimas de tierra,
de vergüenza a medio morir.
***
Poema inédito en especial para este blog. Todos los derechos reservados por su autor, © Carlos Gabriel Revollo, 2011.

Mejor blog de Poesía 2008

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