jueves, 17 de diciembre de 2009

Tucumán, de Hugo Acevedo (Poeta mendocino)


"Tucumán o Las Flores Rojas", de Hugo Acevedo
de su largo poema "El reino antiguo"

Deténte en Tucumán. Alta es la hora
Para alisar la barba de los ríos.
El viento es un changuito cuyas manos
Distribuyen el agua entre las flores.
El viento sabe que vendrá el invierno.
Deténte ahora pero luego
Juega también con las enredaderas
Que los ríos adoran.
En Tucumán la tierra se refugia
Muy bajo de las flores, guarda el humus
Para las dulces víboras que sueñan a su sombra.
No mires la ciudad ni tengas penas.
No es Tucumán ese cemento con un látigo
Acuérdate de Dardo, de su casa sin más puertas
Que una morera donde zambas desensillan,
No olvides a Manuel, que canta
Porque nunca hay por qué pelear,
Ni a Juan José, vestido
De pipa azul en cada primavera.
Desde Monteros mira camaradas
En la florida peña de sus ilusiones-
Puedes reir si quieres junto al Jorge
Bajo una noche próxima, palpable,
Mientras desfila el vino en las veredas.
Y anda a Acheral, que allí las grandes flores
Pululan como gallinas recién cortadas.
Ve adonde quieras. Détente en Tucumán
Si has de saber cómo es el paraíso
¡Y no les temas a las culebras,
Que ésas son cosas de pueblero rico!
Mas luego, cuando tengas en tus ojos
La hermosura sin par de ese jardín,
Pídele al viento que te lleve hasta el invierno:
Ahora, sí, la zafra,
Las familias que siegan cañas,
Los patrones que siegan familias,
Las manos rojas de frío de los changuitos, del viento,
La esperanza ahuyentada por cualquier democracia.
Pero aún debes ir a Tafí Viejo,
Allí se amasan los trenes de nuestra infancia,
Y si cantaste por hombre a la lunita,
Por más hombre ya canta a la huelga:
No dejes de tener en cuenta este programa:
Es difícil mirar todo el dolor de esos obreros,
De esas mujeres golpeadas por las dos bestias de la policía,
¡Y ellos sufren, sin mirarlo!
Deténte en Tucumán y luego
Que entre las flores sepas más injusta
La injusticia, la pena, el machetazo-
¡Oh tierra de los ríos, maravilla perfecta!-
No me vengas después a preguntar
Por qué a los tucumanos, violentos y floridos,
Les importa tan poco la vida.
*
A los cerros tucumanos
Me llevaron los caminos
Y me trajeron de vuelta
Sentires que nunca se harán olvido.
***
Extraído de Acevedo Hugo, Canto al Norte, Buenos Aires, Talleres gráficos Américalee, 1958.

Este conmovedor poema le da carta de ciudadanía tucumana a este gran poeta mendocino que fué don Hugo Acevedo, amigo de Neruda. Había nacido en Mendoza en octubre de 1925 y falleció en Buenos Aires, el 11 de Mayo de 2007.

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